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miércoles, 26 de agosto de 2009

Practico 2 Historia Social General "Hobsbawm, Berman, Marx y Engels"

Hobsbawm: “Las revoluciones burguesas”.
La gran revolución de 1789-1848 fue el triunfo de la industria capitalista, de la “sociedad burguesa” y liberal; de economías y estados en una región geográfica particular del mundo (parte de Europa y EE.UU.) cuyo centro fueron los estados rivales de Gran Bretaña y Francia. La transformación que sufrió esta época está constituida sobre todo por el trastorno gemelo iniciado en ambos países.
Estas revoluciones provocaron el establecimiento del dominio del globo por parte de unos cuantos regímenes occidentales sin paralelo en la historia. Ante los mercaderes, las máquinas de vapor, los barcos, los cañones de occidente, los viejos imperios y civilizaciones del mundo se derrumbaban y capitulaban.
Por Ej. la India se convirtió en una provincia administrada por británicos, los estados islámicos sufrieron profundas crisis, África fue invadida en su totalidad y el imperio chino se vio obligado a abrir sus fronteras al comercio occidental.
Dentro de Europa estaban empezando a surgir las fuerzas e ideas que buscaban la sustitución de la nueva sociedad triunfante. El “espectro del comunismo” ya rondó a Europa en 1848. La ideología socialista revolucionaria y la comunista, nació en reacción contra la doble revolución, y que hacia 1848 encontró su primera formulación clásica.


Berman: “Todo lo sólido se desvanece en el aire”.

La vida moderna ha sido alimentada por muchas fuentes:
• Los grandes descubrimientos en las ciencias físicas.
• La industrialización de la producción, que transforma el conocimiento científico en tecnología, crea nuevos entornos humanos, acelera el ritmo general de la vida, genera nuevas formas de poder colectivo y de lucha de clases.
• Las alteraciones demográficas.
• El crecimiento urbano.
• Los sistemas de comunicación de masas.
• Los Estados cada vez más poderosos.
• Los movimientos sociales masivos de personas y pueblos, que desafían a sus dirigentes políticos y económicos y se esfuerzan por conseguir cierto control sobre sus vidas.
• Todo sustentado por un mercado capitalista mundial que siempre está en expansión.
El modernismo es una época donde todo avanza vertiginosamente y se expande hacia muchos puntos a la vez. Sus comienzos se remontan a las revoluciones en Francia y Gran Bretaña. Desde esos años han surgido máquinas de vapor, fábricas automáticas, vías férreas, nueva zonas industriales, ciudades que crecieron rápidamente, el uso de los medios de comunicación masivos, luchas sociales, empresas con capitales, etc.
Marx argumenta que el modernismo se contradice notablemente y a todo momento. Él dice que las máquinas, que acorta el trabajo humano, provocan el hambre; las fuentes de riquezas descubiertas se convierten en fuente de privaciones. La dominación del hombre sobre la naturaleza es mayor, pero a la vez el hombre se convierte en un esclavo de otros hombres.
En el manifiesto comunista, Marx expone que el papel de la burguesía en la modernidad, siempre desde el lado de la producción.
“La burguesía no puede existir sino a condición de revolucionar incesantemente los instrumentos de producción y, por ende, las relaciones de producción, y con ello todas las relaciones sociales”.
“Todas las relaciones estancadas, con sus creencias e ideas mantenidas desde siglos quedan rotas; las nuevas se hacen viejas antes de que puedan madurarse…”


Marx y Engels: “El Manifiesto Comunista” 1er capítulo.
La historia de todas las sociedades hasta la actualidad es la historia de las luchas de clases. Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, señores y siervos: opresores y oprimidos siempre estuvieron enfrentados.
En las anteriores épocas históricas se encuentra una diferenciación de la sociedad en diversos estamentos, una múltiple escala gradual de condiciones sociales.
Con la llegada de la burguesía, la sociedad va dividiéndose cada vez más en dos grupos o clases antagónicas: la burguesía y el proletariado.
La llegada de la burguesía se debió a grandes revoluciones en el modo de producción y de cambio. Pero sobre todo, esta clase se potenció aún más a partir de la doble revolución surgida en Gran Bretaña y Francia.
Dondequiera que ha conquistado el poder, la burguesía ha destruido las antiguas relaciones feudales y patriarcales. Las ligaduras feudales que ligaban al hombre con sus “superiores naturales” ha sido sustituida por otro vínculo más frío y que tiene como eje central el interés: el pago al contado. También desaparecieron los poderes por religión y el caballerismo.
La burguesía no puede existir sino a condición de revolucionar incesantemente los instrumentos de producción y, por consiguiente, las relaciones de producción, y con ello las relaciones sociales. Antes, la continuidad de los métodos de producción era fundamental en toda sociedad industrial.
Mediante la explotación del mercado mundial, la burguesía ha dado un carácter cosmopolita a la producción y al consumo de todos los países. Ha quitado a la industria su base nacional. También, por medio de la comunicación masiva, expande su idea de “civilización” a todos los rincones del planeta. Aquellas regiones que no se unan a esta clase de civilización inevitablemente sucumben.
Otros cambios que ha logrado es el sometimiento del campo respecto a las ciudades. Se crearon grandes urbes, aumentando el número de población en comparación al campo.
Han suprimido el fraccionamiento de los medios de producción, de la propiedad y de la población. Los medios de producción han quedado para unos pocos. Esto obliga a crear una política centralizada.
Por otro lado, pequeños comerciantes, rentistas, industriales, artesanos, campesinos, toda la escala inferior de las clases medias de otro tiempo, caen en las fulas del proletariado; unos, porque sus pequeños capitales no les alcanzan para acometer grandes empresas industriales; otros, porque su habilidad profesional se ve despreciada ante los nuevos métodos de producción.
Los intereses y las condiciones de existencia de los proletarios se igualan cada vez más a medida que la máquina va borrando las diferencias en el trabajo y reduce el salario a un nivel bajo. Como resultado del constante perfeccionamiento de la máquina, los obreros se sitúan en una situación cada vez más precaria.
Para luchar contra los burgueses se forman asociaciones permanentes para asegurarse los medios necesarios. El resultado de sus luchas no es el éxito inmediato, sino la unión cada vez más extensa de los obreros.

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