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domingo, 30 de agosto de 2009

Teorico 4 Historia Social General:"La ideologia alemana"

La ideología en general y la ideología alemana en particular.
Según la filosofía hegeliana, las relaciones entre los hombres, todos sus actos y su modo de conducirse, sus trabas y sus barreras, son otros tantos productos de su conciencia. Sin embargo, este pensamiento no une la filosofía con la realidad empírica, el mundo material que la rodea.
Las premisas del que parte el materialismo histórico no tienen nada de arbitrario, no son ninguna clase de fundamentos, sino premisas reales, de las que sólo es posible abstraerse en la imaginación. Son los individuos reales, su acción y sus condiciones materiales de vida, tanto aquellas con que se han encontrado como las engendradas por su propia acción. Estas premisas pueden comprobarse por la vía empírica.
La primera premisa de toda historia humana es la existencia de individuos humanos vivientes. El primer estado de hecho comprobable es, por lo tanto, la organización corpórea de estos individuos y, como consecuencia, el comportamiento hacia el resto de la naturaleza.
Podemos distinguir al hombre de los animales por la conciencia, por la religión o por lo que se quiera. Pero el hombre mismo se diferencia de los animales a partir del momento en que comienza a producir sus medios de vida, paso éste que se haya condicionado por su organización corporal. Al producir sus medios de vida, el hombre produce indirectamente su propia vida material.
El modo como los hombres producen sus medios de vida depende de la naturaleza misma de los medios de vida con que se encuentran y que se trata de reproducir. Este modo de producción no debe considerarse solamente en cuánto es la reproducción de la existencia física de los individuos. Es ya, más bien, un determinado modo de la actividad de estos individuos, un determinado modo de manifestar su vida, un determinado modo de vida de los mismos.
Lo que los individuos son depende, por tanto, de las condiciones materiales de su producción. Esta producción sólo aparece al multiplicarse la población. Y presupone, a su vez, un intercambio entre los individuos. La forma de este intercambio se haya condicionada, a su vez, por la producción.
Las relaciones entre los Estados depende de cuánto hayan desarrollado sus fuerzas productivas, la división del trabajo y el intercambio interior.

La división del trabajo es la separación del trabajo industrial y comercial con respecto al trabajo agrícola y esto conlleva en la separación de la ciudad y el campo. Al mismo tiempo, la división del trabajo dentro de estas diferentes ramas conduce, a su vez, a la formación de diversos sectores entre los individuos que cooperan en determinados trabajos.
Cada etapa de la división del trabajo determina las relaciones de los individuos entre sí, en lo que se refiere al material, el instrumento y el producto del trabajo.
La primera forma de la propiedad es la propiedad de la tribu. Esta forma de propiedad corresponde a la fase incipiente de la producción en que un pueblo se nutre de la caza y la pesca, de la ganadería y agricultura. En esta fase la división del trabajo se encuentra muy poco desarrollada y no es más que la extensión de la división natural del trabajo en la familia.
La segunda forma está representada por la antigua propiedad comunal y estatal, que brota como resultado de la fusión de diversas tribus para formar una ciudad, junto a la propiedad comunal, va desarrollándose la propiedad privada mobiliaria e inmobiliaria. La división del trabajo aparece ya desarrollada. Nos encontramos ya con la contradicción entre la ciudad y el campo y, más tarde, entre los estados que representan los intereses de la vida urbana y los de la vida rural.
La tercera forma es la de la propiedad feudal o por estamentos. Así como la Antigüedad partía de la ciudad, la Edad Media tenía como punto de partida el campo.
También esta etapa, como la propiedad de la tribu y la comunal, en una comunidad, pero a ésta no se enfrentan ahora, en cuanto a clase productora, los esclavos, como ocurría en la sociedad antigua, sino los campesinos siervos de la gleba. Y, a la par con el desarrollo completo del feudalismo, aparece la contraposición del campo con respecto a la ciudad. La organización jerárquica de la propiedad territorial, y en relación con ello, las armadas le daba el poder de la nobleza sobre los siervos.
Su equivalente en la ciudad fue la propiedad corporativa, la organización feudal del artesanado. Aquí, la propiedad era el trabajo de cada uno. La necesidad de asociarse para hacer frente a la nobleza asociada se reflejó en el surgimiento de diversos gremios.

La producción de las ideas y representaciones, de la conciencia, aparece al principio directamente entrelazada con la actividad material y el comercio material de los hombres, como el lenguaje de la vida real. Las representaciones, los pensamientos, el comercio espiritual se presentan como emanación directa de su comportamiento material. Los hombres son productores de sus representaciones, de sus ideas, etc. La conciencia no puede ser nunca otra cosa que el ser consciente, y el ser de los hombres es su proceso de vida real.
Totalmente al contrario de lo que ocurre en la filosofía alemana, que desciende del cielo sobre la tierra, aquí se asciende de la tierra al cielo. Es decir, no se parte de lo que los hombres dicen, se representan o se imaginan para llegar al hombre de carne y hueso; se parte del hombre que realmente actúa y, arrancando de su proceso de vida real, se expone también el desarrollo de los reflejos ideológicos y de los ecos de este proceso de vida. No es la conciencia la que determina la vida, sino la vida la que determina la conciencia.

Historia.
La primera premisa de la historia humana es que los hombres se hallen en condiciones de poder vivir. Para vivir hace falta comer, beber, tener un techo, etc.
El primer hecho histórico es la producción de los medios indispensables para la satisfacción de estas necesidades, o sea, la producción de la vida material misma. Es una necesidad que desde el principio de los tiempos necesita cumplirse todos los días y a todas horas.
Lo segundo es que la satisfacción de esta primera necesidad, la acción de satisfacerla y la adquisición del instrumento necesario para ello conducen a nuevas necesidades.
El tercer factor que interviene de antemano en el desarrollo histórico es el de que los hombres que renuevan diariamente su propia vida comienzan al mismo tiempo a crear a otros hombres, a procrear: se crean las familias. Estas familias, que al principio constituyen la única relación social, más tarde, cuando las necesidades se multiplican, crean nuevas relaciones sociales.
La producción de la vida, se manifiesta inmediatamente como una doble relación (una relación natural y una social). Social, en el sentido de que por ella se entiende la cooperación de diversos individuos (por cualquier fin y en cualquier modo). Un determinado modo de producción o una fase industrial lleva siempre aparejado un determinado modo de cooperación que es, a su vez, una “fuerza productiva”; que la suma de las fuerzas productivas accesibles al hombre condiciona el estado social y que, por lo tanto, la “historia de la humanidad” debe estudiarse siempre en contexto con la historia de la industria y el intercambio.
Por otro lado, la división del trabajo sólo se convierte en verdadera división a partir del momento en que se separan el trabajo físico y el intelectual. Esta división produce la distribución desigual, tanto cuantitativa como cualitativamente, del trabajo y de sus productos.
La división del trabajo lleva aparejada, además, la contradicción entre el interés del individuo concreto o de una determinada familia y el interés común de todos los individuos relacionados entre sí, interés común que no existe tan sólo en la idea, como algo “general”, sino que se presenta en la realidad, ante todo, como una relación de mutua dependencia de los individuos entre quienes aparece dividido el trabajo.
La concepción de la historia consiste en exponer el proceso real de producción, partiendo para ello de la producción material de la vida inmediata. Se trata de no explicar la práctica partiendo de la idea, sino de explicar las formaciones ideológicas sobre la base de la práctica material.


Dah!

1 comentario:

  1. gracias por hacer estas cosas... simplifics la vida de muchos estudiamtes... mereces un premio
    desde la facultad de filo y letras te saluda lasombradefilo.blogspot

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